Como tu bisabuela del día yo soy radiación y soy claridad.

   A través de mi hijo, su estrella, el sol, ustedes ven y conocen las formas del tiempo.

   Todo lo que ves y le das nombre con tu mente es una forma del tiempo. Cada forma en el tiempo es única y diferente de todas las otras formas del tiempo. Entretanto cada forma del tiempo es girada y está todavía girando con la misma rotación universal. La tierra es una forma del tiempo. La tortuga es otra forma del tiempo; el árbol es todavía otra.

   La tierra, el árbol y la tortuga, cada uno, una forma del tiempo, cada una a su manera, la historia entera del tiempo. Porque el tiempo es una historia. Una vez que conozcas la historia del tiempo te conviertes en historia.

   Por causa de eso, tú mismo, criatura humana de la tierra, puedes ser la forma más maravillosa y misteriosa de todas las formas del tiempo.

   La tortuga habla del tiempo

   Como el sol es mi hijo, la tierra es mi nieta. Como un hijo de la tierra, cada uno de ustedes es mi nieto. Si tú eres un humano, un mono, un árbol, una flor, un pájaro o plancton marino, eres uno de mis bisnietos.

   Pero de todos mis bisnietos de la tierra, la tortuga y el árbol son mis favoritos, porque ellos son aquellos instruidos para guardar la sabiduría del tiempo en común para todos los seres de la tierra.

   Si la tortuga y el árbol son capaces de sobrevivir las muchas eras del tiempo orbitadas por la tierra en su curso espiral, entonces las criaturas de la tierra en todas sus formas perdurarán. Aunque el tiempo va a cambiar sus formas y amoldarlos en nuevos formatos, las criaturas de la tierra serán bien sucedidas en su destino común: unidad en el tiempo.

   Con tener la sabiduría de todos mis hijos, la tortuga y el árbol son los más preciosos para mí. Ellos toman sus formas y mantienen sus formas en compás con la forma de la tierra a su forma en el tiempo. La tortuga y el árbol son tan perfectos en mantener sus formas en compás con la tierra que sus especies trasponen las ígneas eras que precedieron los dinosaurios hasta la presente era de humanos industrializados.

   Los humanos son los más jóvenes de mis bisnietos, así como la tierra es uno de mis nietos más jóvenes y el sol es uno de mis hijos más jóvenes. Esto es porque su giro en el tiempo se da en el final de una de mis muchas fajas del tiempo soplando fuertemente en mi cintura danzante.

   Puesto que ustedes son los más jóvenes de mis bisnietos, ustedes humanos son aquellos que más tirarán provecho de la sabiduría de sus ancianos, la tortuga y el árbol. Escuchen ahora la historia de la tortuga:

    En aquella rotación hace mucho tiempo atrás cuando los cielos ardían lentamente en vapores, los anfibios salieron del mar único. Los anfibios fueron los primeros en pisar la tierra y respirar el aire puro del planeta. Ahí, entre aquellos primeros anfibios, surgió un ser supremo exaltado en paciencia e indulgencia por encima de todos los astros del reino animal. Era la bisabuela tortuga de todas las tortugas. Ella habló:

   Hasta el momento destinado al final del génesis, soy yo y mi progenitora, todas las tortugas de la tierra y del mar, que guardaremos el secreto del misterio del tiempo. Somos nosotros que hablaremos la verdadera historia del tiempo, independientemente de todos los obstáculos.

   El misterio es esto: ¿Cuántas veces la luna crece y disminuye durante una órbita de la tierra alrededor del sol? ¡Cuenten las escamas en el caparazón de la tortuga y lo sabrán!

   A través de todas las eras de la tierra, del cataclismo y hielo, al final del génesis, nosotras las tortugas guardaremos y revelaremos el conocimiento del tiempo para todas las criaturas de la tierra; ¡nosotras estaremos especialmente listas en aquel momento que marque el final del génesis y anuncie la gran unidad en el tiempo.

   Génesis es el nombre del tiempo que la tierra lleva para desenvolver todos los mejores modelos posibles para una jornada sustentada a través del tiempo.

   El final del génesis significa que el último modelo en evolución fue completado. El tiempo del génesis termina en la unidad del tiempo. Pasando por la unidad en el tiempo, la tierra entra en el tiempo de la navegación.

   Nosotros debemos estar en la espera de las criaturas más jóvenes de la tierra, los humanos.

   Esta criatura más joven será la navegadora del próximo período de la jornada de la tierra. Cuando los humanos se tornen responsables, habrá unidad en el tiempo. A través de la unidad en el tiempo, las criaturas humanas navegarán el planeta y las tortugas podrán retirarse finalmente.

   Es por eso que el propósito de las tortugas es ahora revelar el verdadero recuerdo del tiempo, así toda criatura humana de la tierra recordará a la tortuga:

Mira mi caparazón
Quédate firme y sabrás
Trece son mis escamas
Trece lunas hacen un flujo!
Trece lunas para la tierra
Hacen nacer un año
Trece lunas para el sol
para dar a la tierra su alegría!

    El árbol habla del tiempo

   Una vez que la tortuga había encontrado su propósito al guardar la memoria de las trece lunas que regulan el tiempo de la tierra en su caparazón, todos los miembros del reino animal clamaron la protección y la preservación de su especie. El reino vegetal fue exhortado a desenvolver un mejor fundamento del suelo.

   En el tiempo en que los anfibios gobernaron la tierra, los fotosintetizadores, o mezcladores de luz verde, del reino vegetal, nacieron en su mayoría en el océano. Ahora, para proveer a los anfibios con más oxígeno para poder respirar en tierra, los mezcladores de luz verde también tuvieron que transformarse en formas mayores sobre la tierra.

   De la admiración y respeto por la corafosa promesa de la bisabuela tortuga en pro de todas sus especies y de la tierra, surgió entre los grandes fotosintetizadores del reino vegetal, el deseo de apoyar la promesa de la bisabuela tortuga.

   De ese deseo en el íntimo de la mezcla de las moléculas de luz verde del reino vegetal surgió un sueño. Antes del final de una noche, el sueño se transformó en una semilla. De adentro del gran sueño común del reino vegetal, la semilla cayó sobre la tierra. Esa semilla era una nueva forma del tiempo.

   Cuando la semilla germinó, nacieron raíces en las profundidades de la tierra y surgió un tronco recto y rígido hacia el cielo, como ninguna otra planta lo hubiera hecho antes. Del tronco salieron ramas en poderosa simetría, arqueándose para arriba en dirección del cielo. Nació el árbol.

   Lo que diferenció el árbol de los otros mezcladores de luz verde del reino vegetal fue su capacidad de permanecer enraizado en la tierra en cuanto se estiraba para lo alto del cielo. El árbol surgió más alto que cualquier otra forma de vida del tiempo. La altura del árbol estableció un patrón para todas las formas de vida en la tierra, girando a lo lejos de su tiempo.